Talleres de programación, robótica e impresión 3D

Para niñ@s y jóvenes desde 5 a 17 años. Grupos reducidos.

En Asociación Tecforce sabemos que hay muchas razones para que tus hij@s aprendan programación, robótica o impresión 3D. Para las familias que viven situaciones difíciles o con menos recursos, estas tecnologías no son un lujo, son una oportunidad real de futuro, por eso en nuestra Organización sin fines de lucro tenemos el programa de becas para ellas. Aquí destacamos algunos de los beneficios más importantes:

Consiguen herramientas para comprender el mundo en el que viven. A través de la tecnología, l@s niñ@s descubren cómo funciona su entorno y entrenan múltiples formas de inteligencia, lo que les abre puertas que quizá nunca imaginaron.
Aprenden a enfocar su mente y mantener la mirada en algo que les importa. Cuando lo que han diseñado no funciona, surge de forma natural la pregunta "¿por qué?". Y ese pequeño gesto -preguntar- es el inicio del pensamiento crítico y de una autoestima más fuerte.
Fortalecen su autonomía al decidir y su habilidad para cooperar. Todo el mundo participa, cada persona desde su rol. Aprende a confiar en lo que puede aportar y a valorar lo que recibe del resto. Este sentido de pertenencia es clave para niñ@s en riesgo de exclusión.
Ganan autoestima y confianza en sus posibilidades. Cuando crean su primer programa o robot, descubren que puede. Ese sentimiento es transformador, especialmente para quienes han recibido el mensaje contrario demasiadas veces.
Se sienten más capaces en el colegio y avanzan con mayor seguridad. La informática les ayuda en matemáticas, en lógica y también en comprensión lectora. Y al trabajar en equipo fortalecen habilidades como comunicación, escucha activa y empatía: competencias esenciales para su integración social.
Desarrollan creatividad y motivación. Crear algo desde cero -un videojuego, un robot o una pieza en 3D- despierta su imaginación y les revela que su esfuerzo tiene una finalidad. Aprenden rápido porque entienden para qué sirve lo que están haciendo.
Fomentamos un pensamiento analítico, crítico y cooperativo. Al enseñar a otros, descubren que su conocimiento tiene valor. Por eso cultivamos un ambiente donde se ayudan entre ellos, reforzando vínculos y habilidades sociales.
Potenciamos habilidades manuales y motrices a través de materiales accesibles. Construir robots con materiales reciclados desarrolla su motricidad fina y creatividad. También les demuestra que su talento puede transformar cualquier material en algo extraordinario. Esta idea es fundamental para niñ@s en situaciones vulnerables.
Entrenan su inteligencia corporal y espacial. Los robots ayudan a desarrollar coordinación, equilibrio y control corporal. La impresión 3D les permite convertir sus ideas en objetos reales, entrenando su visión espacial y su capacidad para resolver problemas.
Vemos todo lo que pueden alcanzar. Todos l@s niñ@s son geniales a su manera. Solo necesitan espacios donde se les permita explorar, equivocarse y brillar.
Sus proyectos los emocionan, y lo que se vive con emoción no se olvida. Cuando algo les entusiasma, lo comparten, lo explican y lo enseñan. Eso acelera el aprendizaje y fortalece su confianza.
Los errores no son fallos: son el principio del aprendizaje. Creamos entornos seguros donde equivocarse no solo está permitido, sino que se celebra como parte natural del proceso.